Gracias a un reciente testimonio, la policía pudo detener a un hombre de 30 señalado como la persona que en diciembre de 2015 asesinó a Pablo Ezequiel Disanto Nicolari (23) de dos balazos en cercanías al Parque Camet.
La investigación por el homicidio de Pablo Ezequiel Disanto Nicolari (23), asesinado de dos balazos en diciembre de 2015, quedó prácticamente esclarecida gracias al reciente testimonio de un testigo que aportó los datos necesarios para que la policía identificara y detuviera al principal sospechoso del crimen.
Luego de que la causa, a cargo del fiscal Alejandro Pellegrinelli, estuviera dos años sin avances significativos, en los últimos meses, gracias a tareas conjuntas de la fiscalía y de la comisaría séptima, los investigadores dieron con un testigo que tras tanto tiempo en silencio se animó a hablar y a señalar a Nicolás Ariel Martínez (30) como el asesino de Disanto Nicolari.
La policía y el fiscal tomaron esta nueva hipótesis y verificaron la información con nuevos testimonios y tareas investigativas. Con los datos corroborados tramitaron la orden de detención de Martínez, que fue otorgada por la Justicia de Garantías.
Paralelamente a la investigación por homicidio, en la que Martínez ya estaba identificado como el posible autor, el sospechoso fue detenido el pasado fin de semana por manejar una mota robado en el barrio donde vive y cerca de donde fue el asesinado de Disanto Nicolari: Las Dalias.
Ya con Martínez detenido, el fiscal Pellegrinelli avanzó en la recolección de pruebas hasta que finalmente lo imputó por el homicidio del joven de 23 años y ordenó que quedara detenido en la Unidad Penal 44 de Batán.
El fiscal aún trata de definir cuál fue el móvil que pudo haber llevado a Martínez a asesinar a Disanto Nicolari, la principal hipótesis es que habría sido por una pelea de vieja data entre ambos.
Pablo Ezequiel Disanto Nicolari fue baleado el 29 de noviembre de 2015 por la tarde cuando caminaba en cercanías del Parque Camet y fue interceptado por otro individuo, presuntamente Martínez. De ese encuentro surgió una disputa que acabó con Di Santo baleado en el tórax. Tras recibir el disparo, la víctima caminó algunos metros y cayó junto a un pastizal, sitio en el que fue visto por algunos vecinos de la zona.
Según trascendió, las personas que se acercaron a socorrer al herido llamaron por teléfono a una ambulancia y también solicitaron la presencia de la policía de la comisaría séptima. Minutos más tarde un patrullero de la comisaría séptima acudió y debió transformarse en transporte sanitario, ante la demora del servicio de emergencias SIES.
El joven de 23 falleció el 7 de diciembre, luego de agonizar por más de una semana en una cama del Hospital Interzonal.